fusión clínicas dentales

En el sector dental, las fusiones entre sociedades pueden ser una estrategia interesante para impulsar el crecimiento de tu clínica.

Sin embargo, es importante comprender cómo estas operaciones impactan en la fiscalidad de tu negocio, especialmente si tu clínica está inactiva o si estás buscando aprovechar bases imponibles negativas.

 


¿Qué es una fusión y cómo impacta en tu clínica dental?

Una fusión es la operación mediante la cual una o varias entidades transmiten sus patrimonios a otra entidad ya existente.

En este caso, puede ser una forma efectiva de combinar los recursos humanos, profesionales y materiales de distintas clínicas, permitiendo reducir costes y potenciar la captación de pacientes.

Este tipo de fusión puede acoger un régimen fiscal especial bajo la Ley 27/2014 del Impuesto sobre Sociedades (LIS).

 

¿Cuáles son los requisitos para aplicar el régimen fiscal especial?

Para que una fusión pueda beneficiarse de este régimen fiscal, deben cumplirse dos condiciones clave:

  1. Motivos económicos válidos: El objetivo de la fusión debe ser mejorar la eficiencia de la operación, como la instalación de una nueva clínica o la reducción de costes operativos (alquileres, nóminas, suministros, etc.).

Si la fusión se realiza solo para aprovechar ventajas fiscales, como la compensación de bases imponibles negativas, no se podrá aplicar este régimen.

  1. Cumplimiento de la normativa fiscal: Según el artículo 76 de la LIS, si la operación de fusión cumple con las normativas mercantiles y fiscales correspondientes, la fusión puede acogerse al régimen especial.

Sin embargo, si la principal motivación de la fusión es el aprovechamiento fiscal, se considera que no existe un “motivo económico válido” y, por lo tanto, no se puede aplicar este régimen.

¿Puedo aprovechar bases imponibles negativas?

En el caso de las sociedades que han generado bases imponibles negativas (es decir, pérdidas fiscales de años anteriores), estas pueden ser utilizadas para reducir impuestos futuros.

Sin embargo, si las entidades involucradas en la fusión están inactivas y su patrimonio no está relacionado con la actividad odontológica (por ejemplo, si solo tienen activos financieros o de impuestos diferidos), la fusión podría ser vista como una operación puramente fiscal y no una reestructuración económica válida.

 

Asegúrate de que tu fusión tenga fines económicos reales.

Si estás considerando una fusión para tu clínica dental, asegúrate de que tiene objetivos claros y válidos más allá de la compensación fiscal.

La reducción de costes, la expansión de tu base de clientes y el aprovechamiento de recursos compartidos son motivos legítimos que pueden beneficiarse del régimen fiscal especial.

No obstante, si la fusión se percibe como una estrategia únicamente para reducir impuestos, es posible que no puedas acceder a este régimen, lo que podría generar problemas fiscales.

Si te planteas una fusión o una reestructuración de tu clínica dental, es recomendable consultar con una asesoría especializada como Denttax, que te ayudará a entender todos los aspectos fiscales y contables de la operación, asegurando que tu clínica cumpla con la normativa vigente y optimice sus recursos de forma eficiente.

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