Renovar tus equipos dentales es clave para mantener tu clínica actualizada y competitiva.

Pero cuando hablamos de financiar esa renovación, puede que te preguntes:

¿me conviene más un leasing o un renting?

 


La gran pregunta: ¿Al acabar, el equipo será de tu clínica dental?

 

Leasing:

Es como alquilar con opción a compra. Pagas cuotas mensuales y, al final del contrato, decides si quieres quedarte con el equipo pagando un extra (el llamado valor residual).

Esto es útil si necesitas equipos que vas a usar muchos años, como sillones o maquinaria que no se quedará obsoleta rápidamente.

 

Renting:

Aquí solo alquilas el equipo. Nunca será tuyo, pero al terminar el contrato puedes devolverlo o renovar por algo más moderno. Es ideal para tecnología que cambia constantemente, como equipos de radiología o software digital.

¿Qué pasa con los gastos extras?

 

Leasing:

Tú te encargas de todo: mantenimiento, reparaciones y seguros.

Esto puede significar más gastos inesperados.

 

Renting:

¡Olvídate de los imprevistos!

Todo está incluido en una cuota fija mensual: mantenimiento, reparaciones y hasta el seguro.

Así sabes exactamente cuánto pagarás cada mes.

 

¿Cómo impacta a tu fiscalidad?

 

Leasing:

-Las cuotas son deducibles como gasto.

-El equipo se registra como un activo fijo en tu balance, lo que fortalece tu patrimonio y puede ser útil si necesitas demostrar solidez financiera.

-Tendrás que registrar la depreciación del equipo como gasto anual.

-Eso sí, mientras sigas pagando las cuotas, también aparecerá como una deuda pendiente en tu contabilidad.

 

Renting:

-Las cuotas son deducibles al 100% como gasto operativo, lo que reduce tu carga fiscal directamente.

-No afecta tu balance patrimonial porque el equipo no cuenta como activo ni genera deudas. Esto te da una contabilidad más sencilla y flexibilidad financiera.

 

 

¿Cuál te conviene más?

 

Leasing: Es perfecto si quieres equipos duraderos que planeas usar a largo plazo y no te importa encargarte de su mantenimiento.

Renting: Es ideal si prefieres no preocuparte por gastos extras y necesitas renovar equipos con frecuencia para estar siempre a la vanguardia.

Todo dependerá de tus necesidades.

No hay una respuesta única. Lo importante es elegir lo que mejor se adapte a tu clínica y a tus objetivos.

 


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